Dibujo: Enric Rebollo
Guión: Enric Rebollo
Editorial: Glénat
Tebeo de apocalipsis Zombie, como la anterior reseña (si, el genero esta de moda, miren sino el Dolmen de Junio y me entendereis...) pero esta vez es un cachondeo, además de ser obra patria. Nada menos que de otro profe de la Joso, Enric Rebollo, que por lo que dicen es en sí mismo un personaje de cómic. Por lo que se ve es un ultimo intento de acceso al inaccesible escenario editorial español antes de dar el salto al mundo del tatuaje (alguien recuerda a Iron? Pregunten en Lübeck -Alemania- por él ).
La historia trata de una plaga que asolará Barcelona de zombies inteligentes en el que se establece el status quo de éstos, desarrollando un nivel de desarrollo igual que el de los vivos antes de la infección: partidos de futbol, juergas, masías familiares, bares de copas etcetcetc todo contado con un toque gamberro y perverso.
El dibujo es muy personal y auténtico, realizado en lápiz directamente sin entintado, o eso parece al menos, con un coloreado digital muy personal y de calidad. Da gusto ver que todavía hay historietistas genuinos y originales y que mantienen un nivel de calidad. Tanto la presentación, como el nudo y el desenlace son de traca. Bien bien bien.
Editorial: Glénat
Tebeo de apocalipsis Zombie, como la anterior reseña (si, el genero esta de moda, miren sino el Dolmen de Junio y me entendereis...) pero esta vez es un cachondeo, además de ser obra patria. Nada menos que de otro profe de la Joso, Enric Rebollo, que por lo que dicen es en sí mismo un personaje de cómic. Por lo que se ve es un ultimo intento de acceso al inaccesible escenario editorial español antes de dar el salto al mundo del tatuaje (alguien recuerda a Iron? Pregunten en Lübeck -Alemania- por él ).
La historia trata de una plaga que asolará Barcelona de zombies inteligentes en el que se establece el status quo de éstos, desarrollando un nivel de desarrollo igual que el de los vivos antes de la infección: partidos de futbol, juergas, masías familiares, bares de copas etcetcetc todo contado con un toque gamberro y perverso.
El dibujo es muy personal y auténtico, realizado en lápiz directamente sin entintado, o eso parece al menos, con un coloreado digital muy personal y de calidad. Da gusto ver que todavía hay historietistas genuinos y originales y que mantienen un nivel de calidad. Tanto la presentación, como el nudo y el desenlace son de traca. Bien bien bien.
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